jueves, 17 de septiembre de 2009

Reconectar con una misma I

A veces, sin que nos demos cuenta, vivimos vidas que no son las nuestras, nos movemos por objetivos que no hemos decidido nosotras y hacemos aquello que la sociedad nos dicta en cada momento.


¿Creéis realmente en esos viejos topicazos que nos dicen que no hay que hacer lo que a uno le gusta, sino lo que tiene salida en el mercado, que hay que casarse, tener hijos --y tener el primero antes de los 30, a poder ser!-, alimentar una hipoteca --y al banco correspondiente-- y tenerlo todo prácticamente hecho a los 40? Esto último me hace gracia. ¿Quién que no tenga un buen activo previo y unas buenas influencias puede tenerlo todo hecho a los 40? ¡Qué risa! En el mejor de los casos, y si es que se ha llegado a la meta de la vivienda propia, a los 40 aún te queda la mitad de la hipoteca por pagar.


Cuando nos dejamos embaucar por esos cantos de sirena y no actuamos según lo que nos dictan las entrañas no estamos siendo nosotras mismas. Hay que reconectar entonces con nuestro verdadero yo y escucharle: ¿Qué es lo que queremos realmente? ¿Qué es lo que nos gusta hacer? ¿Con qué nos sentimos realmente felices?


Evidentemente tenemos que ganarnos la vida y hacer frente a una serie de obligaciones que la vida en sociedad conlleva. Pero hay maneras y maneras. No nos olvidemos nunca de quien somos, no nos dejemos llevar por modelos impuestos, no persigamos metas que no son las nuestras. Dedicar un tiempo cada día a hacer lo que nos gusta es una buena manera de no perder el contacto con nosotras mismas. Hacer algo de ejercicio, cuidar de nuestro cuerpo, de nuestra salud, de nuestra alimentación es enviarnos un mensaje positivo de autoestima y autocuidado.

1 comentario:

  1. A veces estamos tan inmersos en sobrevivir que nos olvidamos de vivir.
    Y los cuarenta y tantos es una estupenda época para vivir intensamente.

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