martes, 15 de septiembre de 2009

Mujeres que corren con los lobos

Hay libros capaces de cambiar una vida, de ayudar a dar un buen golpe de timón cuando hace falta o de hacer pensar de verdad en una misma, con sinceridad. Mujeres que corren con los lobos es uno de ellos, una obra fantástica de Clarissa Pinkola Estés que os recomiendo vivamente. Creo que se trata de unos de esos libros que todas deberíamos leer porque siempre nos aportará un valioso punto de partida para avanzar, sobre todo en los momentos más duros.

El título del libro procede del símil que establece la autora entre un lobo y una mujer:

Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociables e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.

Nada que ver con el viejo estereotipo de la "loba", ¿verdad? Y mucho más real. Pinkola Estés nos recuerda que dentro de cualquier mujer, sean cuales sean sus circunstancias, existe una fuerza creadora que hay que alimentar y preservar, porque es la que tirará de nosotras en las épocas difíciles y es la fuente de toda creatividad, desde la más cotidiana a la artística.

A través de leyendas, mitos y cuentos populares, la autora nos va mostrando cómo la sociedad ha ido minando esa fuerza salvaje de la mujer y la ha oprimido mediante normas, reglas y prejuicios absurdos. También nos explica qué pasa cuando la mujer recupera su fuerza salvaje:

Una vez que la hayan recuperado, lucharán con todas sus fuerzas para conservarla, pues con ella florece su vida creativa; sus relaciones adquieren significado, profundidad y salud; sus ciclos sexuales, creativos, laborales y lúdicos se restablecen; ya no son el blanco de las depredaciones de los demás, y tienen el mismo derecho a crecer y prosperar según las leyes de la naturaleza. Ahora su cansancio-del-final-de-jornada procede de un trabajo y un esfuerzo satisfactorios, no del hecho de haber estado encerradas en un esquema mental, una tarea o una relación excesivamente restringidos.

Como he dicho hace un momento, Pinkola Estés es una lectura indicada para todas las mujeres, pero muy especialmente quizás para aquellas que hayan visto profundamente amenazada su naturaleza salvaje: aquellas que han sufrido abusos, mobbing, violencia, malos tratos... No en vano la autora, psicoanalista junguiana, se ha especializado en la atención a personas afectadas de estrés postraumáutico.

Pero no nos engañemos: el trauma no es el único depredador de la psique, también lo son la pasividad, la conformidad con unos patrones de vida que no son los nuestros, el abandono de la opinión propia, la claudicación ante los juicios ajenos, la pérdida de autoestima... ¡Hay tantas cosas capaces de acabar con nuestro yo más salvaje...! El libro de Clarissa Pinkola Estés es un buen aliado para mantener la guardia siempre alta...

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