viernes, 5 de febrero de 2010

Desidia

Quizás una de las palabras que mejor podrían caracterizar esta época que vivimos es desidia. ¿Cómo definir sino, por no usar términos más fuertes, las prácticas de muchas empresas?

Un ejemplo: tengo un problema con mi compañía telefónica, llamo, me dicen que ése no es el número (a pesar de ser de atención al cliente) y me indican otro, éste de pago, vuelvo a llamar, me atiende un contestador que me da varias opciones, selecciono la mía, se pone un operador, resulta que ahí tampoco es, me da otro número, llamo y finalmente me atienden. Por si lo anterior no bastase, hablo con un operador "deslocalizado" (es decir, no se sabe dónde está ni mucho menos qué acceso tiene a los recursos de datos, información y formación de la empresa) que, al plantearle yo mi problema, me responde que si quiero darme de baja. Ni quiere escuchar mi "incidencia" ni me puede ofrecer ninguna solución. Sólo espera poder cumplimentar mi parte de baja y a otra cosa mariposa.

O sea, es más barato dar de baja a un cliente y luego intentar repescarlo mediante campañas publicitarias engañosas que formar a un profesional que sepa atender al usuario y ofrecer soluciones a los problemas que genera el servicio. Increíble. ¿Desde cuándo las empresas quieren librarse de este modo de los clientes? Más que desidia, control salvaje de los costes y confianza ciega en que el consumidor no tiene mucho donde elegir.

1 comentario:

  1. Hola

    Has descrito perfectamente la sensación que tenemos todos en cuanto al servicio y atención que nos ofrecen nuestras empresas.

    Mediocridad a cambio de servicios carísimos... ¡Y lo que nos espera!

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